lunes, 21 de julio de 2014

GRACIAS MONLERAS

A la mayoría de nosotros nos han llevado de pequeños -y no tan pequeños -a campamentos de verano. Campamentos a los que íbamos a pasar algunas semanas y dejar a nuestros padres en paz; en los que hacíamos muchos amigos y disfrutábamos con todo tipo de juegos. Según hemos ido creciendo, nuestras ambiciones e intereses lo han hecho con nosotros y así es como hemos acabado aquí: en el Campo de Trabajo Internacional de Monleras. Un campo de voluntariado -que no tiene nada que ver a los otros campamentos -en  el que hemos podido entender y vivir un estilo de vida que era desconocido para algunos de nosotros. Un pueblo de Salamanca donde la ecología y la solidaridad vecinal priman se ha convertido en nuestra casa durante unos inolvidables catorce días.
Ha habido momentos malos y buenos, momentos de diversión y de trabajo duro -para algunos más que otros -pero sobre todo, momentos llenos de valores. Espero no hablar solo en lo que a mi respecta si digo que este campo de trabajo ha sido una de las experiencias que más me ha aportado moralmente. Nos han enseñado -y muchas veces inconscientemente, lo que demuestra per se el corazón que tienen los monitores -a colaborar, a insistir y a trabajar. Nos han hecho ver cosas que pocas veces apreciamos, nos han descubierto nuevos horizontes y enseñado que el mundo no es solo lo que vemos. Que hay cosas mucho más allá y que están a nuestro alcance, solo tenemos que tratar de buscarlas.
Y además, ellos no han sido los únicos que nos han trasmitido; la gente del pueblo, cada niño y cada adulto, han hecho que veamos la vida desde otro punto de vista, con perspectiva y poniéndonos en otros lugares (que parece que hoy en día es lo que falta). Así que, por ello, queremos decir, tanto a Jabito, Javi y Clara como a todas las demás personas que hemos tenido el auténtico placer de conocer, gracias. Gracias, habitantes de Monleras.
Estos catorce días hemos podido convivir también con voluntarios llegados de otras partes del Mundo (Armenia, Turquía, República Checa, Bélgica o Francia) que nos han ayudado a entender otros puntos de vista y, a mí, personalmente, me han animado a hacer autocrítica acerca de la sociedad y su comportamiento frente a las personas de otras nacionalidades. 
Como reflexión a nivel personal y ya para ir terminando, decir que me quedo con todas esas experiencias que me han hecho aprender a ver la vida de otra manera muy diferente y con la gente que he conocido -amigos y amigas que quiero conservar-. Hoy, gracias a este campo de trabajo, me he dado cuenta de que merece la pena conocer a todas las personas, porque siempre tienen algo que ofrecerte, algo que nos da conocimiento y tolerancia, necesarias para crear un mundo mejor.
Gracias, Monleras.
monleras


monleras


monleras

monleras

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total